Durante los pasados años nos hemos acostumbrado a ver el precio de los teléfonos de gama alta aumentar considerablemente. Lo vimos con la llegada del primer iPhone Plus de Apple, el Note de Samsung y luego, las variantes Edge y Plus de estos teléfonos. Sin embargo, ninguno de estos teléfonos se acercaba a los $1,000 pero este año, ya es una realidad.
El más reciente teléfonos de Samsung, el Galaxy Note 8, roza la cifra de $1,000 ya que su precio varía entre $920 y $960 (dependiendo de dónde lo compres). Ahora, según los rumores y especulaciones, el supuesto iPhone 8 (iPhone Pro o como se llame) también rozará esta cifra, ya que se especula que su precio alcanzará los cuatro dígitos.
Esta predicción o filtración no es tan alocada, ya que el actual iPhone 7 Plus de 32GB cuesta $769. Un iPhone Pro con un diseño de pantalla completa y otros elementos de diseño que no sabemos, fácilmente llegará a ese costo que muchos quizás no pagarán.
La pregunta a contestar es cómo estos precios afectarán la venta de teléfonos. Es muy probable que no veamos una reducción ya que hoy día, muchos compran equipos a plazo con su compañía de servicio, lo que facilita pagar los casi $1,000 por un teléfono. Samsung y Apple saben que tienen equipos poderosos con diseño espectaculares y futurísticos, así que no creo que tengan problemas vendiéndolos. Además, los consumidores, con tal de tener lo último en la avenida, pagarán cualquier precio, aún en esta era de teléfonos de $1,000.
¿Qué piensas? ¿Comprarás estos teléfonos que se acercan a los $1,000?
