Lamentablemente el #GamerGate o como se le llama a este movimiento que defiende el sexismo en los videojuegos y si no se tiene cuidado también minimiza el rol de la mujer en la industria en sí sigue dando de qué hablar y de manera negativa.
Esta semana se supo que Alison Rapp, quien trabajó por años como parte del grupo de mercadeo de Nintendo Of America, fue despedida esta semana en circunstancias que la misma empresa aclaró que se trató de una violación a sus políticas donde Rapp estaba cometiendo actos de conflictos de intereses y se le cuestionó su fidelidad con Nintendo.
Aunque la razón pueda ser validad, es increíble que todo esto tome lugar cuando Alison Rapp estaba siendo víctima de una campaña de “gamers extremistas” molesto por la decisión de ella de editar juegos como Xenoblade Chronicles X y Fire Emblem Fates, ya que sus versiones originales de Japón tenían contenidos que se pudieran considerar de índole sexual, mientras que las versiones americanas fueron editadas por instrucciones de ella, aunque la realidad es que se presume que ella tuvo poca retroalimentación para esas movidas.
Mediante su cuenta de Twitter, Rapp no hizo ninguna declaración tímida del tema de #GamerGate y que ella es abiertamente feminista, lo cual probablemente, fue combustible para la campaña de odio hacia ella donde se presume que fueron gente fanática de los neo-nazis y supremacistas blancos.
[button color=”red” size=”medium” link=”http://www.theverge.com/2016/3/30/11335284/nintendo-alison-rapp-fired-harassment-denial” icon=”” target=”false”]Vía The Verge[/button]
https://twitter.com/alisonrapp/status/715362765326553088