Luego de 20 años del lanzamiento de Super Mario 64 y 15 años del lanzamiento de Super Mario Sunshine, Nintendo nos vuelve a dar un juego 3D de Mario abierto. Con Super Mario Odyssey quedó en el pasado la mecánica de mundos cerrados (aunque muy buenos) de Super Mario Galaxy, ya que ahora tenemos mundos que podemos explorar libremente, con gráficas en alta resolución y hasta donde quieras, gracias al Switch.
Super Mario Odyssey repite obviamente la historia: Peach está en problemas y tiene que ser rescatada de las manos de Bowser pero con un giro particular, ya que el juego empieza en plena acción, lo que pudiéramos llamar “el final del juego”. Sin embargo, Mario no puede ayudar a Peach y cae en un mundo habitado de fantasmas con sombreros y es ahí donde conoce a Cappy, su nuevo amigo, con el cual busca rescatar a la princesa y a Tiara, la hermana de Cappy. Para lograr capturar a Bowser, Cappy y Mario viajan en la nave Odyssey, la cual necesita energía para ir a los diferentes mundos.
Es entonces que empieza tu travesía a lo largo de varios “Kingdoms”, en busca de Power Moons, equivalentes a las estrellas de Super Mario 64, la energía de la nave Odyssey. Sin embargo, la similitud entre estos juegos termina aquí ya que, gracias a Cappy, puedes “capturar” enemigos, cosas, animales, y muchas otras cosas más, para tomar control sobre ellas. Esto significa que no hay poderes como el traje de abeja o de metal, sino que la diversidad en el juego se logra gracias a las diversas mecánicas que puedes realizar dependiendo de lo que “captures”.
Por ejemplo, podrás ser una planta que puede extender sus raíces para llegar más alto, o una bola de fuego para poder nadar en lava o simplemente un Goomba, los cuales no se resbalan cuando caminan en hielo. Es aquí donde la brillantez de Nintendo se nota, ya que la gran mayoría de las “capturas” son sorprendentes y entretenidas, lo crea experiencias inolvidables.
Conseguir algunas Power Moons no es tan gratificantes o, a veces, el juego lo hace ver super gratificante cuando lo es
Sin embargo, aunque al principio no me gustó mucho que existieran TANTAS Power Moons, ahora no me molestan ya que hay muchas por conseguir, aún cuando terminas el juego. No obstante, no me gusta que algunas de ellas tienen una animación de un logro gigante, cuando realmente eran bien fáciles de conseguir. Esto disminuye el nivel de satisfacción que recibes al conseguir una de estas Power Moons, ya que recibes una celebración más grande de lo que realmente es.
A pesar de esto, Super Mario Odyssey es un excelente juego con hermosos visuales, excelentes mecánicas de juego y un sentido de nostalgia increíble, especialmente para aquellos que jugaron Super Mario 64. Sin embargo, cualquier pueda emocionarse ante la brillantez de Nintendo en cuestión de la mecánica que permite Cappy.
Es cierto que no hay “hub world” como en Super Mario 64 y Sunshine, pero no te debes preocupar por la cantidad de mundos, ya que hay bastantes y MUCHAS Power Moons por encontrar. No todos los mundos son A+ pero en general, Super Mario Odyssey es un juego sumamente entretenidos, con mucho por hacer luego de terminarlo y aún después de eso, sin duda alguna entrenará a la lista de uno de los mejores juegos que Nintendo ha hecho, como también uno de los mejores juegos de todos los tiempos.