Los que me conocen a mí y a Josué Merced y nos siguen en Twitter, saben de nuestros famosos y jocosos #TweetWars donde nos acusamos mutuamente y del lado mío se me acusa de ser un #AppleHater y no soy un hater de la marca, sino de sus fanboys y de la disque “cultura” que se ha creado con la marca iPhone y aquí verán un ejemplo de que me voy objetivo pero las estadísticas indican que los troleos, Apple se los busca.
Sucede que hace para el 2003 existe una empresa regional de telefonía llamada iFone (NO, no estoy troleando) y cuando Apple entra al mercado mexicano, que de hecho está hoy día pendiente la venta del iPhone 5 en dicho país, se dan cuenta del peculiar nombre y deciden entablar una demanda para el 2009 para que la empresa cambie el nombre.
Está perfecto que estableces tu marca, pero no pretendas que si ya hay alguien primero y para colmo nativo con un nombre registrado, vengas con tus “cojines” a exigir que se cambie el nombre.
Como era de esperarse un tribunal federal mexicano desestimó la demanda de Apple y no tan solo se le deniega la demanda, no pueden exigir la exclusividad de la marca aun así se pronuncien igual, pero también se corre el peligro Apple de dar un mínimo del 40% en equivalencia de lo que el iPhone 5 pueda producir en ganancias cuando empresas como Movistar de México empiece a vender el iPhone si es que iFone declara que las acusaciones de Apple le han provocado pérdidas.
Aquí creo que esto no es de hater, se cae de la mata que Apple no puede ser el más que “mea” largo porque ellos dicen que sí.
Ustedes sean los jueces.