Siendo la variante sin Touch Bar ya desnudado, ahora es el turno de la MacBook Pro con Touch Bar y pantalla de 13 pulgadas en dejarnos saber y analizar las decisiones de Apple en sus recientes computadoras.
Los colegas de iFixit han tenido un mes ocupado y se trata del segundo desarme de productos nuevos de Apple y en esta ocasión la versión 13 pulgadas de la MacBook Pro con Touch Bar.
Definitivamente este desarme nos confirmó que no es el mismo juego de ensamblaje de componentes en comparación de la MacBook Pro sin Touch Bar por obvias razones, a pesar que las computadoras tienen las mismas dimensiones.
Normalmente, la nueva MacBook Pro no es (y se supone que así sea por parte de Apple) reparable por el usuario, ganando solamente un punto de una escala de 10 donde mientras más alto, más amistoso en reparación es un equipo.
Entre los puntos que se enfocaron los colegas es el hecho que Apple continua y por siempre será así, la utilización de tornillos propietarios y el hecho que automáticamente el Touch Bar en sí ya es un riesgo al ser considerado una segunda pantalla.
No ayuda el hecho tampoco que el Touch ID y las funciones del Touch Bar no fueron instaladas modularmente y AMBOS dependen del ahora famoso chip Apple T1 o en arroz y habichuelas, se daña uno, tienes que reemplazar a ambos sí o sí.
Finalmente, y el enemigo de todo desarme, iFixit encontró un exagerado uso de adhesivo en la batería para pegarlo al chasis de la computadora de Apple y esto hace que la batería, el chasis o ambos se dañe si no se saca con calma, paciencia y precisión.