Samsung no tuvo un buen mes de septiembre ya que tuvo que recoger 2.5 millones de unidades del Galaxy Note 7 por problemas en su batería. Aunque la compañía ya explicó qué pasó y hasta se disculpó, un nuevo reporte directamente desde Bloomberg asegura que el verdadero problema fue otro. Según personas cercanas a la compañía, los ejecutivos de Samsung esperaban que Apple hiciera pocos avances con el nuevo iPhone y presionaron para que el diseño del Note 7 fuese bien distinto y adelantado.
Esto a su vez provocó fechas de entrega a la hora de diseñar bien aceleradas, lo cual también afectó el tiempo de producción y las capacidades del equipo. Las más importante sería su batería, la cual según el reporte, Samsung quería que fuese mucho más grande que la del pasado Note (3000mAh vs. 3500mAh), a pesar de que el Note 7 es casi idéntico al tamaño del Note 5.
Esto, junto al radical diseño del equipo (resistencia al agua, pantalla curva y reducción en el sensor de la cámara), provocó el problema de batería que experimentó el equipo. Samsung alega que el problema fue la compañía a la cual le compraron las baterías, pero al parecer la batería era mucho más grande para el espacio que tenía el teléfono en su interior.
Este problema del Galaxy Note 7 todavía sigue dando de qué hablar y seguramente estaremos escuchando más. Para conocer todo lo que hemos dicho sobre este asunto, puedes seguir este enlace.