Durante la semana pasada, Samsung se enfrentó con la noticia de que uno de sus Galaxy Note 7 “seguros” había explotado en un vuelo de Southwest. Aunque muchos pensaron que quizás este evento era uno aislado, durante este fin de semana hemos escuchado de cuatro eventos en los cuales estos teléfonos que se suponían que fuese seguros, han causado explosiones y daños, tanto como corporales y a propiedad.
El primero de estos casos es el peor ya que, según el reporte, Samsung se enteró de esta explosión y no dijo nada. En este caso, un hombre de Kentucky despertó a las 4AM con humo en su cuarto, ya que su Note 7 se había quemado. El mismo llegó al hospital con bronquitis por inhalar humo. Según esta persona, el teléfono ni se estaba cargando y se prendió en fuego.
El segundo caso sucedió este pasado viernes, en el cual una niña de trece años en Minessota reportó que sintió cómo el teléfono se calentó demasiado en su mano. La niña luego contó que el teléfono tenía marcas que mostraban que se había derretido algo dentro del mismo y que hasta el cover que tenía el teléfono, se derritió.
El tercer caso sucedió durante la mañana del 9 de octubre en la que un Galaxy Note 7 de los “seguros” se quemó en un hogar en Virginia. El mismo explotó en fuego en la mesita de noche del joven Shawn Minter, el cual se comunicó con The Verge. Minter también contó que su cuarto se llenó de humo y compartió las fotos que pueden ver arriba.
El cuarto caso sería el Note 7 que explotó en un vuelo de Southwest dejando muy claro que estos teléfonos explosivos, no son casos aislados, sino que hay un problema que Samsung no vio otra vez. Nosotros seguiremos pendientes para reportar todo lo relacionado a esta historia que al parecer, muy pronto llegará al final.
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