Tarde o temprano, “Sooner or later” cómo dicen muchos, este cambio de Samsung era de esperarse. La compañía surcoreana creó dos nuevos hermosos teléfonos que sin duda alguna, se posicionan como los teléfonos más bonitos y mejores diseñados entre todos su historial de equipos. El Galaxy S6 y el Galaxy S6 Edge, son dos equipos muy similares con características casi idénticas cuyo único factor diferenciador es su pantalla. Pero estos cambios podrían resultar inconcebible para muchos de sus fieles clientes.
La base de consumidores fieles de Samsung, en su gran mayoría, prefieren la marca por su flexibilidad en los equipos versus el precio. Muchos de estos critican el modelo de negocio de Apple de ofrecer diferentes versiones del mismo teléfono, para obligar al cliente a pagar más dinero por más almacenamiento. Esto es precisamente lo que Samsung hizo con esta nueva cepa de equipos. Los nuevos Galaxy S6 no cuentan con una batería intercambiable ni mucho menos un puerto microSD, lo que obliga a los usuarios a elegir un modelo de 32, 64 o 128 gigas, por más dinero. Estos dos cambios en particular, son los que mantenían a los clientes de la marca ahí.
Muchos de estos clientes se sintieron como ofendidos con la decisión de Samsung de ser más Apple y menos ellos. Pero ciertamente esto deberá cambiar una vez tengan los equipos de frente. Los dos modelos son hermosos, bien diseñados y son los primeros equipos de Samsung que van acorde con su precio. Los clientes de la compañía habían pagado en el pasado, precios excesivos por un equipo que era plástico, algo que parecía un juguete. Estos dos nuevos modelos son Premium. Estos dos modelos representan elaboración industrial en su diseño y durabilidad por el precio que pagarías.
Para mi, cambiar la batería de un equipo siempre me ha resultado tonto. Prefiero tener una batería externa de las que recargan los equipos, a tener que andar con una batería adicional y tener que estar recargando ambas. Aparte de que al cambiar las baterías en los modelos pasados, estabas removiendo la función de NFC que Samsung colocaba dentro de cada batería original.
Así que si eres de los que te sientes traicionado por Samsung, no te preocupes, la transición es buena y favorable y esto no debe ser mucha complicación. Finalmente vas a pagar $300 dólares por un equipo que vale lo que te piden en la caja registradora.