Desde que Android es Android, las proveedoras y los fabricantes se han encargado de instalar un sinnúmero de aplicaciones que el usuario no usa y que este, no puede desinstalar. Ya, en Corea del Sur, será ilegal que un fabricante o una proveedora instale aplicaciones que no se puedan desinstalar por el usuario.
De ahora en adelante, las compañías de teléfonos tendrán que permitirle a los usuarios poder desinstalar aquellas aplicaciones que no interfieran con encender la conexión W-Fi, utilizar NFC y llamar al servicio al cliente. Esto significa que cualquier otro tipo de aplicación que se instale en un teléfono se podrá desinstalar, algo que ayudará a los usuarios a recuperar el almacenamiento que ocupan estas aplicaciones, un problema para muchos.
Por el momento, no creo que veamos una ley similar a esta en los Estados Unidos y Puerto Rico, aunque, tristemente, es un problema del cual sufrimos muchos.
Foto | Droid-Life
Vía | Wired