Recuerdo el día como si fuese ayer. Luego de ver la presentación de Samsung, nuestros amigos de T-Mobile nos invitaron a conocer el Galaxy Note 7 en su tienda de Plaza Las Américas. En la presentación, quedé sorprendido con la habilidad que tuvo Samsung de hacer el teléfono resistente al agua, aún con el agujero del S Pen. Incluso, hasta el propio S Pen era resiente al agua.
Sin embargo, cuando realmente quedé en shock fue cuando vi el equipo. No tuve ninguna duda de que el Note 7 era un teléfono hermoso y con un diseño bastante futurístico, algo que dejó una huella en mí. A mí ya casi nada de la tecnología me sorprende, pero el Galaxy Note 7 sí logró llamarme la atención, y hasta me hizo pensar: “Me puedo ver con este teléfono a pesar de que soy usuario de iOS”.
Pero, toda esa innovación parece que tuvo un efecto en el teléfono porque en menos de dos meses, comenzamos a escuchar reportes que mencionaban que el teléfono estaba explotando y creando incendios. Estos incidentes provocaron que Samsung iniciara un recogido de las unidades en Estados Unidos, con la promesa de que en dos semanas, más o menos, veríamos unidades de reemplazo con baterías que no explotaban.
un evento sin precedentes en la industria de teléfonos
Para mala suerte de Samsung, estos teléfonos de reemplazo también sufrían de los mismos problemas explosivos que las primeras unidades experimentaron, lo que provocó que Samsung iniciara un segundo proceso de recogido de unidades y la cancelación del teléfono. Esto, señores y señoras, fue un evento sin precedentes en la industria de teléfonos.
Lo que pasó después lo podemos resumir como una pesadilla para Samsung: la FAA prohibió que las personas viajaran con el teléfono en aviones, la recepción del público provocó una baja en la confianza en los productos de Samsung y movimientos de Samsung para lanzar updates al teléfono para deshabilitarlo. Lo que realmente sucedió con el Galaxy Note 7, nadie lo sabe, aunque se especula que hubo problemas con las celdas de la batería y el diseño del teléfono, ya que al parecer, Samsung intentó añadir una batería muy grande para el tamaño del teléfono.
¿Qué pasará en el 2017? ¿Veremos un nuevo teléfono bajo la línea Note? No lo sabemos, pero el próximo Galaxy S, sin duda alguna tiene que venir con todos los “powers” y un comunicado bastante claro de que la compañía ha tomado las precauciones suficientes para que esto no vuelva a pasar. Samsung no puede aguantar otro problema como lo que sucedió con el Note 7 pero en mi caso, me mantengo optimista en que Samsung hará un buen trabajo con el Galaxy S8.
Te deseo mucho éxito Samsung en el 2017, sinceramente,
Hernán Rosario