Aunque mi compañero Josué Merced escribió hace unos días un editorial en el cual explica qué le pasará a la reputación de Samsung ante el desastre que ha pasado con Galaxy Note 7, hoy yo quiero tocar otro punto, tomando en cuenta los eventos que han sucedido recientemente. Hoy, les digo a nuestros lectores y al mundo, que el Galaxy Note 7 es un teléfono que no debes considerar y a Samsung, que es hora de pasar la página ya.
Samsung experimentó en el mes de septiembre un problema sin precedente, en el cual tuvo que recoger miles de teléfonos por problemas en sus baterías. Aunque este proceso fue un poco extraño y a veces, no fue el mejor para los consumidores, la compañía puso a los consumidores por encima de la parte económica. Para resolver este asunto, la compañía envió a las proveedoras de Estados Unidos y a varias tiendas alrededor del mundo, cientos de miles de equipos con baterías que se suponían que no explotaran.
¿Cómo estos consumidores podrían confiar una tercera vez con Samsung?
Sin embargo, eso no fue lo pasó, ya que al momento de escribir este editorial, al menos cinco teléfonos que se suponía que tuvieran una batería sin problemas, han explotado. ¿Cómo estos consumidores podrían confiar una tercera vez con Samsung? ¿Cómo alguien hoy decidiría comprar este teléfono ante tanta incertidumbre de si explotará o no? El riesgo es real y los consumidores se exponen tanto a daños a su cuerpo y a su propiedad.
Es por esta razón que hoy Samsung debe abandonar el Galaxy Note 7 ya que los consumidores que querían uno, ya no lo van a comprar. Ya estos no confían y hasta temen por lo que les pueda pasar. Yo no sé qué le pasará a la reputación de Samsung, pero algo debe tener muy claro la empresa: el Galaxy S8 se enfrentará a un escrutinio bien fuerte por parte de los consumidores y la empresa, no puede volver a fallar.
